No se, si admirar ciertas situaciones que sin poder evitarlo pasan ante mis ojos, o muy cercanas a mí como si fueran una película fraccionada en temporadas o capítulos .
A veces me concentro en mi interior para interactuar con mi experiencia,madre de mis aciones , decisiones, errores y aciertos.Analizó lo que me ha tocado vivir,descubrir y ver,amores que se tejen en la distancia y otros que se mantienen día a día,mes a mes y año a año, invariables; acomodados a mil mensajes de WhatsApp con miles de emoticonos geniales que sustituyen las palabras,sin ser menos importantes los que creen que las barreras físicas se derrumban con llamadas esporádicas y videollamadas compartiendo a través de la pantalla del ordenador o del móvil inteligente una taza de cafe,una copa de vino,una sonrisa y la imaginacion que vuela encendida por el fuego de miles de kilometros y hasta por muy pocos kilómetros,pero da igual,acomodarse en la virtualidad, que se anida en la zona de confort ,arropada tal vez con la fragilidad o inseguridad de las emociones.
No menos importante y más peligrosas las que se esconden detrás del interés,la mentira y la manipulación...aunque vale decir que a veces todo esta friamente respaldado por un acuerdo mutuo .
En mi interaccion me pregunto¿Dónde fue a parar la realidad , lo cotidiano ?¿Dónde se enterró el afán de vivir cada momento pisando el suelo?
Estamos viviendo un humanismo netamente tecnológico, donde nos estamos dejándo morir cada vez que sustituimos la verdad de la vida por el vacío de la virtualidad.
Lbnm/2022
